Sigue sin vencer el Melilla Baloncesto lejos del Javier Imbroda. Este viernes caía ante San Pablo Inmobiliaria por 89-75 en un encuentro que los burgaleses dominaron en todo momento. El mejor de los melillenses fue Kevin van Wijk con 21 créditos de valoración. Lo peor del partido fue la lesión de Suka en los minutos finales del encuentro.

Tras el minuto de silencio en memoria de la mujer asesinada esta misma semana en Burgos por violencia de genero, comenzaba el encuentro entre burgaleses y melillenses. Los locales eran quienes golpeaban primero con un acertado Javi Vega que con dos triples consecutivos daba las primeras ventajas a su equipo (6-2). Van Wijk era quien contestaba por parte azulina en estos primeros minutos. Melilla Baloncesto empataba el partido mediado este primer acto con un triple de Jorge Sanz, pero a partir de aquí San Pablo Inmobiliaria comenzó con varias alternativas defensivas que bloqueaban el ataque del Decano y que le llevaba a perder varios balones en primera línea de paso que aprovechaban los castellanos para anotar con facilidad e irse con nueve puntos de ventaja al final de los primero diez minutos, 28-19.

Edu Martínez ampliaba la diferencia para San Pablo Inmobiliaria, pero los de pupilos de Alejandro Alcoba reaccionaban bajo la batuta de Pedro Rivero, quien con cuatro puntos consecutivos, y posterior canasta de Héctor Manzano, dejaba el marcador en 35-28 con algo de cinco minutos por disputarse de esta primera mitad y con tiempo muerto solicitado por Diego Epifanio. El parón sentó bien a los burgaleses que endosaron un parcial 5-0 y ponían máxima de partido a cuatro minutos para el descanso (40-28). Melilla Baloncesto fallaba algunos tiros de liberados que generaba el ataque azulino. Esos errores en el tiro los solventaba en defensa y conseguía irse a los vestuarios con diez puntos de desventaja 44-34.

La puesta en escena en la segunda mitad no fue buena y San Pablo Inmobiliaria endosaba un 6-0 de parcial que ponía de nuevo la diferencia en catorce puntos (50-34), cuando apenas habían transcurrido dos minutos del tercer cuarto. De la mano de van Wijk y Rivero, los melillense se reenganchaban al partido. Una canasta y adicional de Gatell colocaba a los de la Ciudad Autónoma a solo tres puntos (54-51) a 2:40 para el final de este cuarto. Un minuto final para olvidar de los melillenses, donde encajaban un nuevo parcial, echaba al traste todo el trabajo realizado y dejaba el electrónico con 67-55 al final del tercer acto.

Melilla Baloncesto lo intentó en el cuarto periodo pero a cada pequeña reacción azulina, los castellanoleoneses la enfriaban con un lanzamiento exterior. Por si fuera poco a dos minutos para el final del partido, Marcos Suka se retiraba lesionado del tobillo al intentar taponar una penetración de Barrera. Los instantes finales fueron un intercambio de canastas que sirvieron para certificar el triunfo local por el resultado final de 89-75.